DIA 143 - Salomón Construye el Templo

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - A podcast by Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo 1 Reyes 5 y 6, Hechos 15:1-21 y el Salmo 86. En 1 Reyes 5, Salomón establece una alianza con Hiram, rey de Tiro, para comenzar la construcción del templo del Señor. Se nos dice que “el Señor le había dado paz a Israel por todos lados” (v. 4, NTV), y en ese tiempo de paz, Salomón se dispone a edificar algo duradero para Dios. Su visión no era personal ni política, sino espiritual: levantar un lugar para que el nombre del Señor habitara allí.En 1 Reyes 6, se describe con detalle la construcción del templo: cada piedra, cada madera, cada adorno fue cuidadosamente diseñado. Pero en medio de los planos, Dios interrumpe con una palabra poderosa: “En cuanto a este templo que estás construyendo, si sigues mis decretos y obedeces mis mandamientos, entonces cumpliré la promesa que le hice a tu padre David” (v. 12, NTV). Dios no se impresiona por la belleza externa, sino por la obediencia del corazón.Reflexiona: ¿Estás edificando tu vida espiritual con la misma dedicación con la que cuidarías una obra física? ¿Es tu prioridad la presencia de Dios o el reconocimiento humano?En Hechos 15, surge un conflicto en la iglesia primitiva: algunos enseñaban que los creyentes gentiles debían cumplir la ley de Moisés para ser salvos. Entonces los apóstoles y ancianos se reúnen en Jerusalén para discernir la voluntad de Dios. Pedro declara: “Dios hizo una elección entre ustedes para que los gentiles oyeran las buenas noticias... y él no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos” (v. 7-9, NTV). Luego afirma con poder: “Creemos que todos somos salvos del mismo modo, por la gracia inmerecida del Señor Jesús” (v. 11, NTV). Finalmente, deciden no imponer cargas innecesarias, reconociendo que la gracia es suficiente.Reflexiona: ¿Estás añadiendo requisitos humanos a la salvación que Dios ya nos dió por su gracia? En el Salmo 86, David clama profundamente: “Inclina tu oído y escúchame, Señor, porque soy pobre y estoy necesitado”(v. 1, NTV). Es una oración honesta, humilde, apasionada. Él reconoce su dependencia total de Dios y dice: “Enséñame tus caminos, Señor, para que viva según tu verdad. Concédeme pureza de corazón” (v. 11, NTV). Es una súplica por dirección, por misericordia, por fidelidad.

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