DIA 77 - La Hija de Jairo

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - A podcast by Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 9-10, Lucas 8:40-56 y el Salmo 52:1-9. En Deuteronomio 9, Moisés recuerda al pueblo de Israel que su éxito y bendición no son por su justicia, sino por la fidelidad y gracia de Dios. En Deuteronomio 9:6, dice:"Tengan por seguro que el Señor su Dios no les da esta buena tierra porque ustedes sean justos, porque no lo son; son un pueblo terco" (NTV).Moisés menciona cómo Israel falló repetidamente, incluyendo la adoración al becerro de oro, y cómo él intercedió por ellos ante Dios.En Deuteronomio 10, Moisés habla de la misericordia de Dios y Su llamado a una vida de obediencia y amor. En Deuteronomio 10:12-13, dice:"Ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Solo que temas al Señor tu Dios, que vivas de una manera que le agrada, que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma" (NTV).Esto nos recuerda que Dios nos llama a caminar en humildad, reconociendo que todo lo que tenemos es por Su gracia, no por nuestros méritos.Reflexiona: ¿Estás viviendo con gratitud y humildad, reconociendo que todo lo que tienes es por la gracia de Dios?En Lucas 8:40-56, vemos dos milagros poderosos que nos muestran el amor y el poder de Jesús.Primero, un líder de la sinagoga llamado Jairo le ruega a Jesús que sane a su hija de 12 años que está muriendo. Mientras Jesús va en camino, una mujer que había estado enferma por 12 años toca Su manto con fe y es sanada instantáneamente. Jesús le dice en Lucas 8:48:"Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz" (NTV).Poco después, llegan noticias de que la hija de Jairo ha muerto, pero Jesús le dice:"No tengas miedo; solo ten fe, y ella será sanada" (Lucas 8:50, NTV).Jesús entra en la casa, toma a la niña de la mano y le dice:"¡Niña, levántate!" (Lucas 8:54, NTV).La niña vuelve a la vida, demostrando que para Jesús, nada es imposible.Estos relatos nos enseñan que la fe genuina nos acerca al poder de Dios y que Jesús es nuestra fuente de sanidad y restauración.Reflexiona: ¿Estás confiando en Jesús para sanar y restaurar las áreas rotas de tu vida?En Salmo 52, el salmista contrasta la arrogancia del malvado con la seguridad de aquel que confía en Dios. En Salmo 52:7, dice:"Miren lo que sucede con los poderosos, aquellos que no buscan refugio en Dios, sino que confían en su gran riqueza y tramaban su destrucción" (NTV).Pero en el versículo 8, el salmista describe a los justos:"Pero yo soy como un olivo que florece en la casa de Dios; siempre confiaré en el amor inagotable de Dios" (NTV).Esto nos recuerda que la verdadera seguridad no está en el dinero ni en el poder, sino en la fidelidad de Dios.

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